El hecho en sí sucedió en la cuarta región de nuestro país, a una familia común y corriente que solo buscaban tranquilidad; está tuvo un quiebre abrupto por un fenómeno paranormal que comenzó a afectar a la vivienda donde ellos vivían. Nicasio Torres es el principal protagonista de esta historia, técnico agrícola que llego a junto a su familia al sector de Cutún, región de Coquimbo. En uno de esos días, a eso de las seis de la tarde, algo comenzaría a pasar que cambiaría para siempre su forma de mirar la vida.

“Estaban lloviendo piedras en el techo”, es una de las frases que más recalca Nicasio al contar esta experiencia a uno de sus vecinos. Estos sucesos siguieron sucediendo día tras día sin poder dar crédito a la veracidad de los hechos, este sería el comienzo de una increíble, pero horrible, experiencia. Hasta el lugar llegaron su vecino, Gabriel Orrego, su sobrino Ángel Orrego y un amigo, conocido como Manuel Rojo. Al ingresar a la casa todo estaba en completa normalidad, por lo que pensaron que solo se trataba de la imaginación del dueño. Ante ello prefirieron retirarse. Antes de hacerlo, Gabriel Rojo, decide salir de la casa y tomar agua desde el pozo que se encontraba en la parte posterior. Fue allí cuando al abrir la puerta, sintió como una pequeña piedra pasaba por sus pies e ingresaba a la vivienda. Ante esto y creyendo que se trataba de una broma, comenzó a lanzar garabatos al supuesto bromista. En ese momento, otra pequeña piedra cayó sobre su hombro. Ante esto, junto al resto del grupo, salieron a explorar el lugar, pero no encontraron a nadie. Con el objetivo de hallar una explicación a este suceso, se quedaron en la casa. Al percatarse de aquellas piedras que comenzaron a rebotar en el techo, decidieron esperar para ver que otro suceso ocurría, y al estar sentados en la mesa del comedor de la vivienda, fuertes golpes se comenzaron a sentir en la misma, causando gran alboroto por el miedo a lo que estaba pasando. Esto fue un desconocido encuentro que produjo mucho pánico en los presentes.

En eso cae desde la pared un muñeco de trapo que la esposa de Nicanor utilizaba para clavar alfileres y agujas en sus procesos de costura, posterior a esto y de manera inexplicable el muñeco salta desde el piso encima de su hija que ella tenía en sus brazos. Imagínense el pánico que debe haber causado el hecho y sobre todo cuando este extraño muñeco, al ser botado al piso por el susto, sale dando pequeños brincos fuera de la vivienda por la puerta principal.  Al día siguiente, el muñeco fue encontrado en el gallinero de la propiedad. Desde ese momento los fenómenos paranormales se siguieron incrementando. Puertas y ventanas se abrían de manera inexplicable, piedras, velas y misteriosos huesos de cadáveres seguían cayendo dentro de la vivienda, algunas noches se sentían ruidos extraños en la cocina y al día siguiente descubrían que el orden de la loza había cambiado. También se escuchaba molestos silbidos, aparecían ráfagas de viento inexplicables y sólo dentro de la vivienda.

Otro hecho inquietante tiene que ver con la aparición de extraños rasguños en las paredes de las habitaciones, apariciones fantasmales, un sujeto gigantesco de ojos rojos y oscura vestimenta, fueron parte de los fenómenos que presenciaron.

Además, se escuchaba insistentemente una voz que preguntaba por Nicasio. La actividad paranormal se incrementaba a medida que se acercaba la media noche. Una de las frases que dejan los testigos: “Siempre se escucharon murmullos y voces extrañas. Dentro de esas sesiones fue cuando se dilucidó que un supuesto espíritu citaba a Nicasio al cerro Cutún, exactamente a las 23:55 horas, sin embargo, jamás tuvo el coraje suficiente para asistir a esa invitación”, médiums, investigadores paranormales y hasta el Ejército de Chile, (este último por reuniones informales por espiritistas en la casa, por tiempos de toque de queda), estuvieron en el lugar de los hechos sin dar una sola explicación lógica a la situación.

Al comienzo de la columna mencioné la forma que se plasmó esta historia en la pantalla chica, no pudiendo concluir la investigación por una razón fundamental, Nicasio y su familia se negaron a hablar del tema y regresar al lugar de los hechos. Tiempo después abandonan el sitio convirtiendo aquella casa, hoy en día, en solo una mancha desolada y destruida.

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