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EL SUICIDIO Y EL SUICIDA | Autoconocimiento y amor propio como herramientas hacia la recuperación Destacado

EL SUICIDIO Y EL SUICIDA | Autoconocimiento y amor propio como herramientas hacia la recuperación freepik.es

Por María Gabriela Castañeda. México. www.mariagabrielac.com/

"¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!... ¡Nadie en lo alegre de la risa fíe, porque en los seres que el dolor devora el alma llora cuando el rostro ríe!"

Juan de Dios Peza

El suicidio es uno de los temas que se echan “debajo del tapete”. Hablar de él es difícil, doloroso, incomoda a las personas y puede ser muy desafiante manejarlo cuando no se sabe cómo afrontarlo. Aún más doloroso es no poder prever una sentencia de muerte que habita en el interior de una persona.

En estos tiempos de crisis, los trastornos mentales se han vuelto el verdadero virus, en donde su máxima consecuencia es el suicidio. Las cifras no bajan, incluso han aumentado y, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cada cuarenta segundos una persona se quita la vida en algún lugar de este mundo (Suicide rates, 2021).

El suicidio, como la manifestación de un virus mental, se lleva a más de ochocientas mil personas cada año. No respeta condición social, género o edad. A pesar de que la estadística ha bajado incluso a niños de diez años, los que más mueren son jóvenes de entre quince a veinticinco años; representando con ello la tercera causa de muerte para jóvenes de estas edades en el mundo.

Por cada suicidio, hay muchas más tentativas cada año. Entre la población en general, un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante.

La información que más se encuentra en internet son testimonios de personas que sobrevivieron al suicidio o familiares que ahora están lidiando con la experiencia de haber perdido a alguien sin antes darse cuenta de que esto “ya venía en camino”. Aunque no se encuentra mucha información de cómo prevenir el suicidio o salir de una condición suicida, sí existen algunas páginas web que hablan de cómo tratar la depresión.*

*Puedes consultar información sobre Suicidio y pensamientos suicidas en la página de la Clínica Mayo:https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/suicide/symptoms-causes/syc-20378048

Hoy en día, no creo que una sociedad pueda decir que es exitosa si la principal causa de muerte de sus jóvenes es el suicidio, como es el caso de España, Corea del Sur, Singapur, Japón y Estados Unidos. Curiosamente, de acuerdo al informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) celebrado por la OCDE, estos países son los primeros lugares en educación… (Sistemas Escolares en el Mundo, s. f.) Estoy convencida de que el coeficiente intelectual está sobrevalorado y deja por fuera los aspectos más importantes de la vida de las personas. Por el contrario, me parece que necesitamos un nuevo concepto de éxito que abrace a la sociedad total e incluya en la agenda curricular el tema de las emociones.

Los problemas emocionales y mentales que presentan los niños y jóvenes son el eco de las carencias sociales. Ellos son el termómetro que evidencian la falta de respuestas e investigación para establecer las medidas que se deben tomar y las preguntas que se deben plantear al interior de la realidad de un sistema de creencias que se imponen en la educación. Aristóteles decía que una educación que no contemple a las emociones, no es educación en absoluto.

Ha llegado el momento en el que callar acerca del tema es más doloroso que enfrentar al elefante rosa que “ocupa toda la sala”. La estadística de muertes por suicidio lo exige. No podemos seguir mirando hacia otro lado pretendiendo que eso no es lamentable sin un verdadero esfuerzo por mirar al interior de nosotros, de nuestras relaciones e instituciones que protegen un sistema que brilla por su ausencia en temas referentes a la educación emocional y preventiva.

El suicida

Cuando el suicida se va quedando sin opciones, se ve obligado a soportar su vida tal como está, en total silencio, y es cuando la idea de morir se vuelve una atracción por momentos irresistible en su aparente promesa de “tregua”. El suicida en potencia, generalmente oculto, vive indefendible ante esta promesa de libertad, ya que llega el momento en que se da cuenta que vive dentro de un inmenso vacío crónico y, de un momento a otro, ocurre la muerte como única posibilidad lógica para acabar con el dolor, como una consecuencia natural a esa cadena de eventos, pensamientos y emociones intensamente dolorosas y sin control. Nadie se convierte en suicida de la noche a la mañana. Un suicida consumado “ha muerto” en su fantasía miles de veces antes de concretar el golpe final.

Plantearse de forma seria la cuestión y encontrarse frente al suicidio es un momento tremendo y definitivo. Perder la esperanza es morir en vida. Al mismo tiempo, es difícil tener conciencia plena y reconocer que uno se encuentra inmerso en medio de esta cuestión. Un suicida es alguien que cree en la mentira de su falsa identidad. En cambio, si realmente supiera quién es, sería una persona dichosa en lugar de suicida. Su sistema de creencias lo han mantenido “lejos” de sí mismo, concentrado en el deber ser y ha olvidado cómo conectar con su naturaleza alegre.

Para poder sortear esta crisis con salud y con cordura necesitamos incluir lo emocional positivo en nuestras vidas. Podemos aprender a calmarnos y a no ser manejados por nuestras emociones destructivas y la tiranía de la obsesión suicida.

Todos hemos tenido la experiencia del dolor; al mismo tiempo, muchos sufrimos con hábitos emocionales, un patrón de pensamiento difícil de romper, y que causan un sufrimiento innecesario que no aporta nada valioso a la vida.

Un dolor crónico es un indicador que nos hemos quedado sin opciones y atrapados en un modo de vida con el que no estamos de acuerdo de forma profunda. Es una manera de no poder acceder a la naturaleza espiritual, ese estado del ser en que la confianza es lo natural, la tranquilidad y la paz mental, desde donde se puede tener la fortaleza para ir a través de cualquier conflicto, y saber convertirlo en oportunidad.

La solución puede estar al alcance de la mano, y al mismo tiempo ese dolor no nos permite adivinar que pueda existir otra forma de vida, y la buena noticia es que ¡sí existe!

Por mi parte, mis pensamientos suicidas comenzaron alrededor de los quince años, recrudeciéndose hacia los veinticinco de manera tan obsesiva que parecían poseer una vida propia, saliendo de mi control. Después de descubrir que lo que yo tenía se llamaba depresión, todo cambió y, hacia los veintisiete, estuve totalmente fuera de peligro. Hoy sé que nadie es responsable de nuestra forma de percibir el mundo, salvo nosotros mismos.

Poder elevar el nivel de la responsabilidad no solo me liberó, sino que me dio la oportunidad de tener opciones (algo que un suicida no tiene) y poder elegir convertirme en la persona que siempre he querido ser. Después de más de veinte años de mi recuperación y de haber trabajado con cientos de personas, me doy cuenta de que, al resolver nuestros problemas emocionales, lo más natural es querer vivir.

¿Cómo lograr confiar y aprender amarme?, comprender primero -¿Qué es lo que me está sucediendo?- ayudará a dar el siguiente paso que es pedir ayuda. ¿Qué pasaría si te das cuenta que en verdad existe otra forma de vivir?

Te aseguro que se puede aprender la compasión por ti mismo, desarrollar tu amor y la comprensión en este gran cambio hacia la recuperación; decidir el camino de la Vida te ayudará a abrazar tu realidad interior y a tomar el timón de tu barco. Navega suavemente a través del alto oleaje con una nueva versión de ti que te permita acceder a esa posibilidad.

Actúa rápido

Cualquier persona que atenta contra su vida es alguien que padece depresión, es decir, no está en un estado emocional sano. La buena noticia es que se puede dar pronta solución a esta situación siguiendo unos cuantos pasos de emergencia.

De acuerdo a la Clínica Mayo, la depresión se puede definir como un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades; afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, además de que puede causar una gran variedad de problemas físicos y emocionales (Depresión, 2021).

Si estás en peligro inmediato y pensando en lastimarte, llama a los servicios de emergencia al 911 o dirígete con tu familiar o amigo a la sala de emergencias del hospital más cercano. En urgencias, siempre habrá alguien que pueda hacer una intervención en crisis.

La siguiente información es un extracto del National Institute of Mental Health. Puedes consultar más información gratuita en su página web: https://www.nimh.nih.gov

Los síntomas de la depresión son:

• Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”.

• Sentimientos de desesperanza o pesimismo.

• Sentimientos de pérdida del sentido de la vida.

• Sentimientos de irritabilidad, frustración o intranquilidad.

• Sentimientos de culpabilidad, inutilidad o impotencia.

• Pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos.

• Fatiga, disminución de energía o sensación de que está más lento.

• Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones.

• Dificultad para dormir, despertarse temprano en la mañana o dormir demasiado.

• Cambios en el apetito o en el peso sin haberlos planificado.

• Dolores y molestias, dolor de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física aparente, o que no se alivian ni con tratamiento.

• Intentos de suicidio o pensamientos sobre la muerte o el suicidio.

• Muerte física.

Acciones inmediatas

Hay ideas que quizá nos lleven tiempo comprender, pero estamos a contrarreloj, así que las acciones para salir de peligro inminente y una pronta recuperación se pueden resumir en ocho acciones inmediatas:

1. Estar dispuesto a dudar de que todo lo negativo que crees acerca de ti NO es verdad. Entiendo que ahora mismo así lo vives, pero te aseguro que puede ser distinto.

2. Estar dispuesto a pedir ayuda a la gente que sabes que te ama y a la que le dolería que te fueras. Puede ser un familiar, un amigo o una línea de emergencia de tu ciudad; cada una cuenta con un teléfono para dar atención emocional de manera inmediata. En México puedes llamar al 911.

3. Estar dispuesto a recibir la ayuda a través de tomar una terapia individual o grupal.

4. Ayudarte con la hierba de San Juan (lo encuentras en internet y casi en cualquier farmacia). Es un antidepresivo natural que no causa adicción y no necesita receta médica, aunque lo recomendable es que te valore un doctor. No sugiero drogas psiquiátricas.

5. Crear un plan de recuperación y actividades enfocado en vivir tus valores y principios más profundos. Pide más información a nuestro correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

6. Iniciar un diario de recuperación en donde puedas escribir para vaciar todo lo que sientes sin censura y con el doble propósito de hacer catarsis, al tiempo que registras tu recuperación y, con ello, puedas contactar con tus sentimientos, para que mediante tu propio diálogo conozcas más lo que te está sucediendo.

7. Considerar la posibilidad de que existe un Poder Superior que te ama y que, si te atreves a abrirle la puerta, te conducirá a un mejor lugar. Un Poder Superior es personal y puede ser un grupo, una familia, la vida o un Dios, como lo puedas concebir. Significa creer en algo más grande que tú mismo.

Te será útil en cuanto a que existirá alguien en quien puedas confiar para ayudarte a encontrar sentido, morir a los miedos y a la falsa identidad para poder creer en ti y crear confianza, a partir de que comiences a tener resultados en los pasos anteriores. Creer que aunque no lo veamos, la vida tiene sentido, nos ayudará a abrir nuestra mente para ayudarnos a buscar y encontrar este sentido positivo.

Te pido que te regales la oportunidad de cumplir las sugerencias y que observes por ti mismo los resultados. Déjate sorprender, no tienes que perder más de lo que ya has perdido. Lo único y más valioso que podrías perder sería tu vida en este nivel de existencia; pero, como dice Eckhart Tolle: “sólo se puede perder algo que tienes, pero no se puede perder algo que eres” (Guerri, 2021). Simplemente te ruego que te des la oportunidad de escuchar y experimentar una idea que puede sonarte increíble: Sí existe otra forma de vivir y los sueños sí se pueden hacer realidad.

Te garantizo que, si inicias con estos pasos, entrarás a un nivel que es el comienzo de una larga y duradera paz consciente. A partir de ello, podrás considerar que confiar es la postura más desafiante que podrías tener frente a la vida y frente a todo lo que has trascendido. Quizá, podrías descubrir con ello que la fe es lo que puede dar sentido a la existencia.

Alguien dijo: Si sientes que no encajas, es porque has sido llamado a crear un mundo nuevo. Una persona extremadamente sensible y hermosa como alma puede dolerse del estado de las cosas que son inaceptables y caer en la depresión y autodestrucción. Tu belleza también radica en la incapacidad de someterte a las cosas del mundo, quizá a un sistema de valores que no tiene nada que ver con los tuyos. El alma lucha por conservar su virginidad y duele porque siente que la ha perdido frente a la sociedad. Sin embargo, tú tienes una visión de cómo podría ser mejor y diferente. El mundo, que está en plena crisis evolutiva, necesita tu visión, esa contribución que solo tú puedes hacer.

Independientemente de todo, hay algo de lo que estoy segura: tu pérdida sería irreparable, ya que solo hay un “tú” en este mundo. Estoy convencida de que, si puedes superar esta crisis, podrás apropiarte de ti aprendiendo a crear tu propio significado de la vida a través de elegir quién eres y de descubrir una identidad dichosa. Existe un tesoro que es buscado y se representa en las historias de todos los tiempos: ser descubierto y amado incondicionalmente. Ese tesoro es la luz que mana de tu corazón que está vivo y representa tu conexión con lo trascendente.

Una identidad verdadera se basa en la naturaleza de quién sí eres y “ser” no causa dolor, sino dicha. No “ser” es lo que causa el mayor dolor, que, a su vez, proviene de la autonegación. El “ser” solo duele cuando estás viviendo una identidad ficticia, que no es tuya.

Puedes dejar tu comentario en nuestro grupo de salud y autocuidado.

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Modificado por última vez en Viernes, 19 Noviembre 2021 21:59
María Gabriela Castañeda

México. Consultora de empresas y catedrática en la Universidad Instituto de Estudios Superiores de Monterrey desde el 2011, en las asignaturas de Liderazgo, Desarrollo Humano, Comunicación Efectiva, Inteligencia Emocional y Coaching Ejecutivo.

Desde hace más de 20 años ha acompañado distintas empresas de retail de talla nacional e internacional, enfocándose, gran parte de su carrera, en el desarrollo del liderazgo y trabajo de equipos clave dentro de las corporaciones.

 

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