¿Por qué aclaro esto con anticipación?, pues porque mi lectura de esta semana es la continuación de este libro, “Ready Player Two”, y si logro terminarlo antes del fin de semana, tendrán reseña de esta segunda parte para el próximo lunes, y muchos detalles de esta segunda parte tienen que ver con hechos ocurridos en el primer libro y que no aparecen en la película, por lo que les recomiendo, antes de aventurarse en la lectura de la segunda parte de “Ready Player Two”, es necesario leer el primer libro y no quedarse con lo que entrega la película.

Y ahora vamos con esa reseña.  Nos encontramos en el año 2045, y el planeta es un lugar sombrío, con una gran escasez de alimentos, agua y contaminación por doquier a causa de la sobrepoblación mundial.  Muchas poblaciones a falta de espacio donde vivir han montado caravanas en andenes unos sobre otros para lograr alcanzar un espacio donde poder vivir con sus familias.  Este es el caso del protagonista de nuestra historia Wade Watts, un muchacho que, como muchos de los de su época, vive dentro de Oasis, un programa de utopía virtual donde asiste a la escuela hace una vida en sociedad y participa de muchas competencias de videojuegos.

Pero cuando se da a conocer la noticia de la muerte del creador de Oasis, James Halliday, sale a luz su testamento, en el que deja escondidas tres llaves que se pueden conseguir solo después de lograr salvar cada uno de los casi imposibles tres retos que a dejado para su posible sucesor.  El premio para quien sea el primero en resolver los tres retos y obtener las tres llaves, es nada menos que heredar toda su fortuna y el control total de Oasis.  Es así como se suceden un par de años sin noticias de alguna persona capaz de lograr de resolver alguno de estos retos, hasta que Wade al fin logra superar la primera prueba.  A causa de esto surgirán diversos retadores, incluso el actual dueño de la empresa de Halliday para quedarse a cargo de la multimillonaria empresa. Será aquí cuando Wade y cuatro amigos comenzarán a buscar pistas para resolver los dos siguientes acertijos, los que se encuentran basados en la obsesión que tenía Halliday por la cultura ochentera.

Como les comenté al principio, es “el” libro de Cline, manejando personajes de variados matices y tocando temas tan actuales como la excesiva explotación de los recursos del planeta, la aceptación y la pobreza mundial.  Un libro sumamente rápido de leer y que en varias partes sorprende por llegar a situaciones inesperadas para el lector, cosa que hace que quieras seguir pegado al libro hasta terminarlo.  Se agradece, en especial para los que vivimos los años ochenta debido al millón de referencias que se hacen en el libro tanto en lo que se refiere a películas, literatura, música y videojuegos.

Me despido, obviamente dejándolos invitados a que pasen por nuestras redes sociales para que se enteren sobre las nuevas publicaciones de nuestra revista y también que nos dejen sus comentarios, preguntas y opiniones en nuestro foro Histriónico; haré lo posible por tenerles la reseña de la parte de este segundo libro la próxima semana, y como ya todos saben, ¡Larga vida a los libros!

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