Todos en esta vida hemos realizado actos que parecen ser la solución a los problemas del mundo, así como obtener la paz mundial, pero que resulta ser lo peor que hemos podido hacer. Una vez que ya el acto está realizado nos toca afrontar las consecuencias de nuestros errores. Esto en muchas ocasiones resulta más difícil que Bart Simpson decida portarse bien. Muchas veces cuando esto ocurre decidimos tratar de ocultar estos errores, lo hacemos para que nuestra imagen no se vea dañada. Pero ¿Es acaso esta la mejor solución para no mancillar nuestra imagen? En lugar de tratar de ocultar tus errores, puedes aprender de tus errores una vez que hayas reconocido que los has cometido. Cada error que se comete es una lección aprendida y si volvemos a cometer el mismo error es porque aún nos faltaba por aprender. Si no reconoces tus errores, no solo no aprenderás de ellos, si no mas bien, continuarás repitiéndolos.

Dicho esto, tenemos que preguntarnos qué ocurre cuando somos honestos y admitimos que cometimos algún error. Cada vez que utilizamos la honestidad logramos movernos más cerca de ganar esa confianza de las personas que tenemos a nuestro alrededor. Estas personas pueden ser una pareja, un supervisor, un vecino o nuestros hijos. El ser honesto puede traer grandes enseñanzas a estas personas que nos rodean, como por ejemplo a nuestros niños. Si le hablamos a nuestros niños y admitimos cuando cometieron un error, estos entenderán que ser honestos es mucho más importante que tener la razón, por ejemplo. El admitir nuestros errores también ante nuestros hijos también nos permite que estos puedan sentarse a hablar con nosotros sobre sus problemas y poder encontrar soluciones a estos problemas sin que se ocasionen otros peores.

También podemos hablar de la importancia que tienen los lideres a ser honestos. La honestidad en un líder determina el tono del ambiente laboral. Muchas veces, los lideres pecan de querer siempre tener la razón, un empleado que usted se encuentre supervisando podría pensar que la manera en que se obtuvo el resultado, sin importar la forma, es mejor que ser honesto y pasar por los procesos. Esto podría hacer que el ambiente en la oficina se vuelva uno muy hostil, esto debido a que los empleados comenzarían a echar culpas entre sí o esperar que su error no quede expuesto. Las consecuencias que se esperarían de un ambiente de trabajo con esas normas son que se haga muy poco trabajo y que todos estén pendientes al trabajo que realizan los demás en vez de concentrarse en el suyo. Por lo que el asumir la responsabilidad demuestra que los líderes valoran la integridad por encima de los caminos más fáciles. 

Adicional a esto debemos recordar que todos pasamos por momentos difíciles en nuestra vida y el no admitir los errores y tratar de tapar siempre la verdad te dejaría sin muchas opciones, para recibir la ayuda que necesitas. Recuerda que una vez se rompen los lazos de confianza volver a repararlos es muy difícil.

Como siempre un abrazo en la distancia, su amiga

Sharon

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