Por Claudio Turullols. México. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
La poesía traspasa las fronteras y nos une. La pandemia nos sorprendió como la noche que se adelanta, y trasformó la forma en que trabajamos e interactuamos socialmente. Esto también lo vivió nuestro México, que de un momento a otro, su educación pasó a ser virtual debido a los efectos de esta noche oscura que aún continúa evolucionando y nos mantiene en ascuas sobre lo que acontecerá en el futuro.
Fue en este contexto de formación virtual, que surgió, en muchos, la necesidad de seguir trabajando y adaptarse a la nueva ola. Así nacieron los talleres de poesía “Todos somos poetas” guiados por la maestra Mirella Rivera, que tras pasar a una modalidad virtual y ser promovidos a través de las redes sociales, convocaron a personas diversas traspasando las fronteras del lenguaje y de los países. El grupo de los viernes, como a veces les llamo, rompió también las barreras de la edad, la distancia y la cultura y nos unió como una familia a través de las metáforas.
En este sentido, a mí, Claudio Turullols, estimado lector, fue como si la poesía me hablara y me tentara, por eso decidí entrar a los cursos de poesía de la maestra Mirella, que nació en Perú y que actualmente vive y trabaja en el centro de la república mexicana, con una gran carrera y diversas publicaciones sobre poesía.
Me adentré en un mundo que, hasta entonces, fue conocido y desconocido para mí. Así como se escucha, ya escribía contenido digital y había tomado un curso sobre escritura, pero al entrar a “Todos somos poetas” fue como adentrarme en un libro nuevo, que me dio la oportunidad de explorar la escritura de forma diferente y plasmar mi viaje vital, mi visión del mundo por medio de metáforas.
Participé en varios módulos de formación poética. Recuerdo haber escrito mi primer poema, un autorretrato, luego surgieron otros y con el tiempo recibí junto con otros compañeros que también habían tomado los cursos, la invitación para unirnos al grupo Full poesía. Todavía recuerdo la primera impresión, era todo un desafío, nos ponía diversas motivaciones, nos enseñaba diferentes técnicas relacionadas con el quehacer poético y nos daba un tiempo para escribir nuestros poemas. Al final lo compartíamos entre todos, que nos brindaban sus opiniones. Esto fue y sigue siendo una oportunidad para aprender, para ser creativo, para compartir con los demás una retroalimentación y para escribir libremente. Lo cual resultó en un maravilloso viaje creativo y personal, de exploración de mí mismo y del mundo por medio de la poesía.
Fue así como pasó el tiempo volando y cuando ya llevaba un año o más, la maestra lanzó una convocatoria para participar en una antología de poesía, en la que decidí entrar junto con otros poetas. Libro que salió a la luz en diciembre del año 2021.
La antología está a la venta en formato digital y físico. Lo pueden solicitar por medio de la casa editorial: Las no me olvides, en su página de Facebook, o con cualquiera de los poetas participantes.
Los temas que abarcamos, y los poemas, son diversos. Van desde la naturaleza, el amor y desamor, los poetas frente al espejo, la preocupación por la condición de la mujer, entre otros.
Los poemas que elegí mostrar son: “Todos somos poetas” de Eunice Arras, (conocida cariñosamente como “Uni”) que hace honor a la antología y uno de mi autoría, “Corazón rebelde” en esté, las olas de la alegría se abren camino en un rebelde corazón que en ocasiones se ha perdido.
Todos somos poetas
Por vicio de letras,
para hablar de amores
y esperanzas nuevas.
Somos poetas para
endulzarte el alma,
para clamar justicia
a través de estas letras
sin tener que armar guerra,
que no sea a tu conciencia.
Poetas somos armando
lazos y amistades eternas.
Al escribir tus sueños
preservas memorias
a través del tiempo
y muchas eras.
Poeta soy por accidente
de la vida, pero en el
camino haré lo mejor
para cumplir con este
hallazgo del destino.
Corazón rebelde
El agua se abre camino
las olas se abren paso
por mi corazón rebosante.
El agua se abre camino
los girasoles florecen
el amanecer empieza.
Las olas se abren camino
en mi corazón rebelde
brota la alegría
de un nuevo día.